
Sé lo que es levantarse, y ser invadida por pensamientos como la comida, calorías, peso, adelgazar, grasa. Lo que es cerrar los ojos y querer regresar a
los sueños donde nos sentimos seguras. Lo que es tratar de complacer al mundo menos a ti, como duele cada vez que sonríes, lo que es tratar de lograr una perfección imposible de alcanzar. Pero la anorexia es sólo el síntoma de los sentimientos reprimidos, todas las imágenes de mujeres “perfectas” que saturan nuestra mente, el creer que ser delgada es sinónimo de amor y felicidad, el sentir que estás perdiendo el control de tu vida, el miedo a crecer y ser responsable, el querer formar parte de algo, el sentirte invisible, que no formas parte del mundo, y tienes que hacer algo para llamar la atención, para decir “aquí estoy” y necesito ayuda. La anorexia es una barrera que nos permite bloquear todo lo que realmente nos lastima. Porque claro que es mucho más atractivo pensar en comida, que tener que enfrentar nuestros sentimientos, pero esa no es la solución.
Yo tuve anorexia y sobreviví. Tienes que saber que no estás sola en estos momentos, aunque así lo sientas porque tú te aíslas, hay mucha gente a tu alrededor que te quiere, que te ama, que no soportarían la vida sin ti, y lo tendrán que hacer si sigues matándote lentamente. Tal vez sientas que nadie te entiende, que tus papás no saben lo que hacen, y es verdad no lo saben, pero están haciendo su mayor esfuerzo, están dando todo de ellos por ti, y se sienten frustrados porque no saben cómo ayudarte, y no podrán hacerlo si tu no los dejas.
No puedes vivir tratando de complacer a los demás, de llenar las expectativas que tienen de ti, tratando de ser perfecta, porque esta perfección es imposible de lograr, nadie es perfecto, y para Dios tu eres perfecta así como Él te hizo, porque Él no se equivoca, y te hizo así porque tienes una gran misión en tu vida, que tienes que descubrir, pero por algo te puso en este mundo. Dios te ama sin importarle nada más, solo por ser tú.
No tienes que vivir fingiendo, haciendo creer que estas bien, es válido aceptarte como eres, querer tus virtudes, pero querer más tus defectos, porque son los que te harán crecer, también es válido llorar y pedir ayuda, no significa que eres débil al hacerlo, nadie podemos con todo solos, así que grita lo que tengas que gritar, llora lo que tengas que llorar, ríe lo que tengas que reír, pero hazlo, sácalo de tu ser.
Sé que te sientes esclava de la anorexia y que está esa enorme voz malévola que te dice que nadie te va a querer si estás gorda, que nadie te va a aceptar, que te tienen envidia y sólo te quieren hacerte engordar, pero tú eres más fuerte que esa voz, tu puedes ignorarla, puedes enfrentártele, dile ¡NO!, pero hazlo de corazón y se alejará, tú la dominas, tú tienes el poder sobre ella, no al revés, se requiere una enorme fuerza de voluntad para dejar de comer, así que usa ese enorme poder que tienes en contra de ella.
Ésta decisión está en ti, en nadie más, podrás ir con los mejores psicólogos, nutriólogos, psiquiatras, doctores; podrás recibir los mejores consejos, y una carta cómo esta, pero si tú no quieres salir, no lo harás, todo está en ti. Dime, ¿de verdad quieres pasar tu adolescencia encerrada en ese mundo? Porque sólo la tendrás una vez, solo la podrás disfrutar una vez, y te lo digo yo, me arrepiento de no haber disfrutado más esa etapa, de no haber hecho lo que me tocaba, estaba tan esclavizada a la comida que no veía lo que me estaba perdiendo. Además de todas las enfermedades que me dejó la anorexia, gastritis, colitis, osteopenia, matriz infantil, y me pudo haber ido peor. La anorexia no es un juego, no puedes jugar con tu vida de esa manera, estar al límite de la muerte no es divertido.
La vida a veces es complicada, pero es nuestra forma de verla la que la complica más, tú puedes cambiar tu perspectiva, la situación seguirá siendo la misma pero tu forma de verla no, si tratas de verla de una manera más positiva, y tomar todo como aprendizaje, no se te hará tan difícil. Y créeme cuando te digo que la vida es increíble si la sabes apreciar, si sabes gozar y sacarle provecho a esos pequeños momentos. Sé que decirlo suena fácil, pero sí se puede, yo lo hice. Tú dominas tus pensamientos, y como una muy buena amiga decía “Cambiando el pensamiento se va el sentimiento”, ella murió de cáncer hace algunos años, pero jamás he visto a alguien que amara tanto la vida, y me enseñó que la vida no tiene porqué ser difícil, sino que es una aventura, y está en ti verla de esa manera. Cada quien vamos dibujando nuestro camino, y nosotros decidimos si queremos uno lleno de piedras, baches, grietas, tormentas, o uno en donde salga el arco iris, donde puedas ver las flores, con un pasto verde, lleno de vida. Tú decides ¿Qué camino quieres tomar?
Es un proceso muy duro salir de la anorexia, y querrás renunciar más de una vez, tendrás que sentir y enfrentarte a todo eso que has bloqueado y que le tienes miedo, te caerás muchas veces pero te lograrás levantar, y créeme cuando te digo que valdrá la pena, todo ese sufrimiento, todas esas lágrimas, todo ese dolor, valdrá la pena para regresar a la vida, no hay nada más satisfactorio que salir con la frente en alto, saber que te poseyó un enorme demonio, pero que lo venciste, que pudiste contra él. Salir victoriosa y orgullosa de esa batalla.
Y aunque siempre estará esa voz en ti, tú decidirás si ignorarla y seguir con tu vida, o escucharla y hundirte en la miseria.
Sé que esta carta te moverá sentimientos este testimonio , y te lo escribo con todo el corazón, pero es tu decisión hacerle caso y tomarlo como un testimonio de vida, o ignorarla y seguir bloqueando sentimientos. Es tu vida, tú decisión, pero no olvides que también lastimas a la gente que te quiere. Así que ¿Qué prefieres? Seguir viviendo como hasta ahora, llena de miedos, aislada del mundo, delgada, sí, pero ¿Hasta cuándo? O vivir cómo Dios nos enseñó amando y siendo amada.
Si quieres hablar conmigo en cualquier momento, aquí estaré, si quieres escuchar esto personalmente lo haré, siempre y cuando estés dispuesta a recibir la ayuda que se te ofrece, yo no te puedo ayudar a salir de la anorexia, pero puedo decirte, que aunque suene imposible, sí se puede salir. Es tu decisión ¿Qué decides?



